ARTÍCULOS Y OPINIONES

lunes, 16 de marzo de 2009

Nos llega por correo electrónico este texto de Trinidad Carretero que publicamos por su interés:

CÓMO NO FOMENTAR

EL TEATRO AFICIONADO

Nos han llegado las bases de la convocatoria del Festival Internacional de Teatro Aficionado de Roquetas de Mar, Almería.

Interesante, muy interesante, sobre todo los premios (es de lo que nos sustentamos los grupos aficionados, por lo menos nosotros).

Claro que, no sé como puede llamarse internacional y aficionado, pues esas dos condiciones llevan implícitas desplazamientos fuera del territorio nacional y su propia palabra lo dice, aficionados al teatro, por lo tanto personas (actores/actrices y demás) que tienen otra actividad remunerada al margen del teatro, con la que cumplir cada día si se quiere conservar dicha actividad laboral.

Por lo tanto no entendemos bien, que los días de actuación programados por la organización de este Festival sean en días laborables, días en los que como ya he dicho, si eres aficionado, tienes otra actividad laboral a la que acudir, y nos preguntamos: si el día de actuación en el Festival (caso de ser seleccionado, claro) estás en tu actividad laboral remunerada, y al día siguiente también, cómo, además podrás actuar en Almería, máxime si vienes de fuera del territorio nacional (por eso de llamarse internacional).

Me gustaría que la organización, e incluso los participantes de otras ediciones nos contasen cómo lo hacen.

Estaríamos encantados de poder aplicar sus métodos para poder participar en un Festival, ya digo, tan interesante.

Por nuestra parte, nos parece que poner actuaciones en días laborables, no fomenta, ni ayuda a las personas que nos dedicamos al teatro aficionado.

¿Es posible que los que participan, no sean del todo aficionados?.

Desde nuestra federación de teatro amateur, FETAM, nos sentimos apoyados en que por favor las actuaciones sean siempre en fines de semana para mayor participación y enriquecimiento de los certámenes y festivales y me cuesta pensar que nadie antes, se haya dado cuenta de este detalle, al margen de que creemos que no es el único de iguales características.

Nuestro mayor respeto por otro lado a la organización con sus decisiones y mucha mierda a los seleccionados.

Nosotros no podremos estar ahí, para por lo menos mostrar nuestro trabajo en la selección, y no sabéis cuánto lo sentimos.

Saludos, teatreros aficionados.

OPRIMIDOS POR LA SGAE

A PERRO FLACO TODO SON PULGAS

Queridos amigos del teatro:

Me complace enviaros estas disquisiciones próximas al MANIFIESTO DEL DÍA MUNDIAL DEL TEATRO que se celebrará el próximo día 27 del presente mes. Este año, como sabéis, lo firma el brasileño Augusto Boal creador del teatro del OPRIMIDO.

Y a tenor de los oprimidos y en defensa de los mismos, me permito con toda humildad manifestarme a la vez sobre la tiránica y humillante opresión que la SGAE (Sociedad General de Autores Españoles) practica sobre el teatro aficionado, que os ruego tengáis a bien leer.

Según el DICCIONARIO DE LA LENGUA de la Real Academia Española, opresión significa estar sometido a la vejación, humillación o tiranía de alguien.

Y el teatro aficionado almeriense del que puedo hablar con conocimiento de causa, está tristemente sometido a la opresión, humillación y tiranía de la SGAE, y a mi modesto entender, sus opresivos y tiránicos sistemas.

Soy socio de número en esta institución desde el estreno de mi primera obra teatral allá por el año de gracia de 1977 y puedo afirmar que nunca me he encontrado con tantas ganas de darme de baja como tal, hasta ahora, en esta Almería de los albores del siglo XXI.

Los grupos de Teatro Aficionado de esta provincia como los del resto de nuestro país, subsisten y permanecen gracias a los mil y un sacrificios que sus componentes realizan constantemente para mantener viva la llama del teatro.

Como decía el genial Jardiel Poncela en el monólogo que escribió a Isabel Garcés, titulado Cuentos y chismes del oficio:

El teatro es mi cetro
y bien puedo hablar de él, pisando firme;
voy pues a contar algo de aquí dentro,
a saludarles y después a irme.

TEATRO AFICIONADO, es sinónimo de meses y meses de trabajo con infinidad de horas de ensayo sacadas de nuestro tiempo libre, o lo que es peor, del familiar. Incómodos viajes en nuestros desvencijados vehículos cargados de trastos. Dinero de nuestros casi siempre depauperados bolsillos para el vestuario, la escenografía, el maquillaje, los carteles, los programas de mano… en fin, eso que llaman la producción, y como nos vuelve a recordar el inefable Jardiel:

Cuatro semanas en pleno desvarío
de compras y de gastos
y aquí dentro hay tal lío,
de modistas, de telas, de tijeras,
de pelos, de papeles, de maderas,
de muebles y de trastos;
que los actores como hacen las mamás
cuando lanzan al mundo un nuevo infante
gritan: "este y no más; no estreno ya jamás,
ni a Lope que del nicho se levante"
(Aunque como hace luego la mamá
nunca cumple lo dicho, claro está)

Todos los sacrificios son pocos, en aras de la afición teatral.

Que un ayuntamiento no nos paga, o tarda dos o tres años en hacerlo… Pues "ajo, agua y resina" ( a joderse, aguantarse y “resignarse”).

Que una comisión de festejos nos paga la mitad de lo estipulado, pues…"agua, resina y ajo".

Que no hay presupuesto para las funciones de teatro aficionado y sí para canapés variados con un vino español… pues "resina, ajo y agua". Y así hasta los etcéteras, y etcéteras que queráis añadir.

Nos ajamos, nos aguamos, y… nos resignamos, pero seguimos en la brecha, con un nuevo montaje… otro estreno… otro proyecto… Y como sigue diciendo Jardiel:

Todo el mundo se queja de los pies,
se toman por docenas los cafés,
y el que tiene memoria suficiente
se acuerda vagamente, en día veinte
de que almorzó en su casa el día tres.

Por fin. Un venturoso día, que suele ser martes o miércoles (con champions league en directo por dos cadenas de televisión) y gracias a mil y un avatares que no vienen al caso, conseguimos estrenar en el teatro de teatros, en nuestro templo de Melpómene y Talía, en el Teatro Apolo de nuestros amores y nuestros desvelos.

Echamos toda la carne en el asador, escenografía de lujo, vestuario..."casi nuevo", los trastos y el atrezzo pignorados subrepticiamente a nuestras madres, padres, esposas, maridos, hijos y demás familia que no solamente ruegan sino que oran arrodillados desesperadamente pidiendo que todo salga bien y así se nos pase el mono por una temporadita. Y…

Silencio… Expectación…
Nervios deshechos ya por la emoción
emoción siempre nueva aunque es antigua
la gente de aquí dentro ¿se santigua…?
¡Se levanta el telón!
Y … A veces surge el triunfo, y otras veces
se bebe uno el fracaso hasta las heces.

Y digan lo que digan los mejores,
antes de comenzar… llega el de Autores. (Esto es añadido mío, no es de Jardiel.)

¡Sí! Y nos pide los 90 Euracos para la sacrosanta institución. Por los derechos de autor de una obra que la mayoría de las veces ha escrito el propio colectivo que está a punto de representar. O, en su defecto, es de Cervantes (a los aficionatas nos pirria el clasicorro de Don Miguel y sus entremeses; por eso de alcanzar nuestros correspondientes veinte minutos de gloria para cada quien del grupo.)

E inveteradamente nos preguntamos:

¿Como no se ha hecho ya un trasplante de brazo el bueno de Don Miguel en la corporación “dermo estética” esa, con lo que lleva ganado a costa nuestra?

¿Por qué tardan después más de tres meses, cuando no son seis o nunca, en pagar al autor, (normalmente un colectivo de 5 o 6 personas) los 90 euros que divididos entre seis, suponen quince por barba; menos el 7,5 % de descuento correspondiente por gastos de gestión, si los han cobrado antes de la representación?

¿Cómo es posible que se puedan blindar obras como La venganza de don Mendo (quizá el patrimonio cultural clásico-moderno por antonomasia de nuestro teatro cómico), blindada por D. Alfonso Usía y explotada por el actor D. Raúl Sender durante cuatro años (del 2.004 al 2.008 pasados)?

¿Cómo es posible que a un colectivo tan humilde y depauperado como el nuestro, el del TEATRO AFICIONADO, ¡Sí, con mayúsculas!, eternamente en vías de extinción, nos humille, veje y tiranice una institución de la prosopopeya, la pompa y el boato de la SGAE?

Como humilde autor, actor y director de teatro aficionado me manifiesto en el día mundial del teatro contra los manejos indiscriminados y falaces de esta institución y algunos de sus miembros en nuestra provincia, animando a todos los grupos de TEATRO AFICIONADO de Almería a no pagar ni un céntimo de euro a la Sociedad General de Autores Españoles.

Y quiero concluir mi protesta con un grito de esperanza, esa esperanza que nunca podrá quitarnos la SGAE por mucho que se lo proponga, con los versos que concluyen el inmortal monólogo de Jardiel Poncela:

En fin que es un oficio el de la escena.
Que no vale la pena
¡Palabra de mujer!
Si volviera a nacer
y, si fuera la misma todavía;
con mi misma alegría
y mi modo de ser,
y mi tipo y mi cara y mi nariz;
si volviera a nacer, como decía
y si fuera la misma…¡volvería
a dedicarme a actriz!

Mariano Sopedra
Cerca del 27 de Marzo de 2.009

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